El miedo a la noche es el miedo a la soledad, el miedo a lo desconocido.
Este tipo de miedo, denominado técnicamente nictofobia, puede verse acentuado cuando el niño ha presenciado escenas terroríficas o violentas en cualquier tipo de medio audiovisual. Me refiero a informativos, series, películas, videojuegos. Pero también por todo aquello que escucha de otros niños o de personas adultas: historias, cuentos, narraciones, todo puede ser recreado en la soledad de la noche y desembocar en una situación de pánico o de angustia.
Las soluciones que dan los padres a estas situaciones casi siempre son similares:
1.- Dejar la luz encendida. En la mayoría de las ocasiones durante toda la noche.
2.- Que el niño venga a dormir con los padres.
Pero el miedo a la noche, o a la oscuridad, es mejor afrontarlo, no de una manera violenta y directa, sino paulatinamente, contando a los niños pequeños cuentos que les ayuden a asimilarlo.
A este respecto, hemos publicado un libro que esta teniendo mucho éxito, porque sirve perfectamente para trabajar con los niños estos miedos nocturnos y a la oscuridad desde un punto de vista positivo.
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¿Dónde estás oscuridad?
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